El verde es nuestro color.

Mis pasos me llevan al parque, porque en cada parque que me pierdo siempre te encuentro. Me alejo de las ruidosas calles, tránsito y prisas por todos lados y me refugio entre el verde del césped y los árboles. Este parque es uno de los muchos que aún no conocemos, pero ahora en la soledad de tu ausencia me sirve para recordar todo lo que fuimos aquel día.

Hay niños, como cuando nosotros estuvimos. Sus risas llenan mis oídos y nos recuerdo sentados hablando o al menos no callándonos a besos. De esos hubo muchos, tantos que sufrimos por no dejarnos ninguno. En ese banco jugamos con nuestras manos, nos mirábamos apenas sin pestañear, había tanto que disfrutar y poco tiempo para vivirlo. Vivirlo todo a prisa, pero con la lentitud de guardar el momento para como ahora, rememorarlo mil veces.

Caminamos sobre tierra, ahora te colgabas de mi brazo, ahora entrelazabas los dedos. Nos parábamos y nos besábamos como estudiantes de instituto que después de no ir a clase, se refugian en los primeros besos. Besos que fueron tímidos al principio y desgarradores a medida que el deseo se apoderaba de nosotros. No sé si alguien nos observaba, desde luego me importa poco, porque en ese parque y en todo el mundo sólo éramos tú y yo.

Fuimos cambiando de banca, buscamos refugio en la intimidad, allí donde los besos se volvieron deseo, allí donde nuestros corazones a punto estuvieron de tocarse. En posición poco decorosa para las abuelas, allí estábamos sin palabras con la respiración del otro en la boca. Allí fui testigo de lo que sientes por mí, de cómo te transformas cuando te beso y te toco, allí fui dueño de un vaivén de sensaciones entre el cariño, el amor, el deseo y el fuego. El fuego que nos abrasaba la ropa y nos consumía el cuerpo, el cuerpo ajeno que nos llamaba y que queríamos extasiarlo hasta el punto del colapso. Ofrecer todo lo que tiene uno en su interior de forma incondicional para hacer al otro partícipe de la verdad de sus propios sentimientos.

Este parque no es el nuestro, pero no me importa, porque dentro de mi cuerpo estás tu, con todos mis recuerdos. Estamos nosotros en ese momento que nada en la vida podrá borrar. Sólo sé que entro en los parques con tu nombre en mis labios y mi cuerpo se estremece porque una vez fue tuyo y ya marcado no podrá ser de nadie más. Te encontraré, no lo dudes y sabrás lo mucho que te amo."


Publicado en 2015-05-22-12-51

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