Mi música

No sé cuál es la banda sonora de tu vida, pero de la mía eres tú. Déjame ser egoísta contigo y atesorar cada uno de tus detalles para que mi mente juegue con ellos en tu ausencia. Para que la distancia sólo sea un estado físico, que nunca emocional, porque allí donde yo vaya, allí siempre llegarás conmigo. No hay música que más me haga vibrar que sentirte en mi interior.

En el metro, cuando me desplazo entre desconocidos, recuerdo los viajes que hemos hecho juntos. Las risas de alguna tontería o los planes que hemos trazado rodeados de extraños. O el bache de la tercera parada de esta línea cuando te acercaste peligrosamente a mis labios y aún después de todos los miles de besos que nos hemos regalado, cada vez sabe a primero.

Cuando llueve, sonrío porque tú no eres ser de agua como yo. Eres pura vida al sol que lo necesitas para brillar, mientras la lluvia te entristece y te rodea de melancolía. Sonrío, porque contacto contigo y te susurro al oído para que estés tranquila, porque no hay gota más intensa que pueda rasgar la felicidad de tu piel. Así, con mimos y ternura, incluso en la madre de las tormentas, ahí está tu risa llamándome tonto.

Paseando por la calle estás en cada una de las mujeres que se cruzan conmigo. El color del pelo, la forma de moverse, la risa de una desconocida, el olor robado de tu colonia. Todos los detalles me hacen verte en todo lados, bajo vestidos y peinados que nunca te he visto. Allí estoy yo, volviéndome loco buscándote con la mirada en cada una de las extrañas, porque hoy me siento afortunado y te encontraré más allá de mi mente.

Recuerdo como me apretabas la mano, como acariciabas mi mejilla, como jugabas con tu pelo sobre mi pecho. Siento tu aliento en mi cuello y tu voz en mi estómago. Siento como la piel se eriza con todos esas marcas que has dejado en mi cuerpo. No hay heridas, sólo besos escondidos que voy encontrando allí donde sin darme cuenta los pintaste para mí, no sólo gobiernas mi razón, conquistas todo lo que soy.

Así tu voz me embriaga, no importa el tamaño de tu enfado, me seduce de la misma forma que cuando en plena batalla de sudor gritas a pulmón mi nombre. Tu risa me contagia, porque te hace bella en todos los movimientos, despierta en ti la auténtica mujer que día tras día me sigue enamorando. No importa esa arruga que tanto odias cuando ríes, sin ellas ya no serías tú. Mientras que en la oscuridad, me susurras un te quiero, como quien lanza flecha certera. Siento cada una de las sílabas llegando a mi piel, malditas ondas sonoras que me tambalean la razón y sin preaviso sonrío, porque mi mundo se encuentra justo ahora entre mis brazos.

Todo lo que soy y quiero es seguir disfrutando de esta banda sonora, subo el volumen para seguir bailando y demostrarte que mi música eres tú y sólo tú consigues lo que soy. Porque ante ti y lejos ti, soy yo entregado completamente a ti."


Publicado en 2015-04-27-13-04

Referencia: pivot/00334.php