La oscuridad

Hoy es uno de esos días oscuros, donde el color ha huido de tus retinas. Hoy todo es complicado y va siendo más complicado a medida que todo es más sencillo. Hoy es uno de esos días donde del diccionario han borrado todas las palabras positivas y de tu alma cuelgan cadenas pesadas. Caminar es un lamento constante y te fundes con tu propia sombra volviendo a ser nadie. A veces se agradece ser nadie, hoy no.

Te emborrachas de preguntas. De preguntas donde no quieres tener respuesta. De preguntas donde ya sabes las respuestas. De preguntas que en fila van presionando tu mente, llenándola de oscuridad, contaminando el resto de órganos. El corazón de vacaciones, late a ritmo constante, no está presente, sólo se esconde para evitar más dolores. No hay rastro de sentimientos, han sido absorbidos por la tenaz oscuridad, que implacable va avanzando, cubriendo cada parte de ti.

Muerde. El dolor, muerde toda tu consciencia. Se aferra y no te deja escapar. Te envenena sin descanso, aletargándote hasta que expires cualquier rastro de felicidad. Ahí donde había ilusiones, solo oscuridad. Las esperanzas, sumidas en la sombra. El deseo, encadenado y amordazo. El amor, erradicado sin posibilidad de renacer. Un yo mortalmente hundido, consumiéndose por capricho, consciente de lo que está ocurriendo, sin fuerzas para moverte.

No hay herida de entrada, todo es un consumo propio. La oscuridad es tu propia piel, el aire que inhalas, la sangre negra que recorre tu cuerpo, el aire que expiras. Ya no hay calor, sólo hielo que araña tus entrañas, tocar y no sentir, sólo la aspereza de la oscuridad, apretando cada vez más y más.

Cavando en el pozo a plena oscuridad. Sé que nada encontraré, sé que nada me hallará, sólo cavar y cavar, hasta desfallecer."


Publicado en 2015-04-13-13-33

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