Millonario de silencio

De nuevo el silencio. El espacio se ensancha y las palabras nunca llegan. Cada uno en su mundo y la mente llena de recuerdos e imágenes. El silencio es la imposición del dolor en carne, mientras sobrevivimos con las píldoras del ayer para despertar en el mañana. Así de abrigados, con nuestros propios sentimientos, avanzamos en el día que ya sin sorpresas carece de colores.

Regalamos tantas palabras ajenas que parecemos autómatas, viviendo sin tiempo desde la proyección de un tercero. Somos espectadores y actores, pero nunca unidos. Deseamos saltarnos esta realidad y subir el siguiente escalón, para encontrar lo que ahora llena el silencio. Sonreímos de forma enlatada, en otras vidas que no son las propias. Mirando el reloj que no avanza y cada minuto se llena con más y más silencio. Desespero.

Pintas un recuerdo en tu mente y lo llenas con todas la palabras, imaginas las que podrían haber nacido y las que planeas compartir en el próximo encuentro. Te evades de la bulliciosa realidad y sumergido en el silencio, esperas ser rescatado en cualquier momento. Allí donde antes había ilusión, esperanzas, amor y deseo, ahora es puro erial de silencio.

Caminas y no escuchas sonidos. Hablas y sólo mueves los labios. Te tomas el pulso para saber si sigues vivo, sin eco pero con movimiento. El silencio es un vestido ajustado a tu cuerpo que te envuelve y te atrapa, en tierno abraza. Ese justificado sentimiento de conciencia que alejas con la mano, para seguir soñando. Un sueño despierto o estás despierto mientras sueñas, ya no importan los matices, sólo sabes que el silencio es la carga de hoy y de mañana.

Sale el sol y no lo ves. Sale la luna y sonríes, porque el día se acaba y el silencio va perdiendo terreno."


Publicado en 2015-04-11-11-49

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