Canela y frambuesa (ii)

No entiendo como la distancia se ha hecho tan corta, nos separaba un abismo de mesas, miles de kilómetros de polos opuestos y ahora son apenas unos centímetros. Te has acercado tu o me he acercado yo, pero ahora tu aliento está en mi respiración y veo con detalle tus pupilas que se expanden y retroceden locas por encontrarse con las mías, en ellas están escritas palabras salvajes, palabras de deseo contenido, de sorpresa, frases enteras de caricias, toda una biblioteca de emociones. Nuestro baile de miradas de los días impares.

Puedo sentir el calor de tu cuerpo, sin ni siquiera rozarte. Escucho claramente como tu corazón grita fuerte, alocado como el mío, precipitando un flamígero encuentro. Indecisos por acompasar la respiración y perderla en boca ajena. Ahí están tus rojos rizos y ahí mi mano presta a perderse en ellos. Ahí están tus ojos cerrados y un suspiro en mis labios. Ambos lo pensamos, le damos vueltas, lo tenemos al alcance de los dedos, un impulso tuyo o mio, pero estamos a menos de un beso para perder la razón.

Ahí tus labios, donde antes me contabas algo que ya no puedo concentrarme, los veía moverse en risa, en tensión de cada palabra, los devoraba con la mirada, pensando cuando podrían ser míos, cuando podría perderme en ellos, cuando me susurrarían fechorías. Ahora casi rozan los míos, a pocos centímetros de perder el sentido ¿quedará sabor a canela y frambuesa?

Como niño, inspiro e inhalo sin querer soltar el aire, huelo quien eres en este momento, me dejo inundar por los sentidos, tres de ellos como locos escribiendo cada detalle para luego en soledad rememorarlos. Dos de ellos atosigándome, quieren ser también ellos los protagonistas, me empujan a que rompa la distancia, que no ponga barreras, me señalan el reloj insinuando que tienen prisa por salir al escenario.

Ahí estás tú, el hada de mis días impares. El sueño de las cinco de la tarde. El deseo de cada uno de estos días desde que el mundo tiene sentido. El libro y el té frío sobre la mesa, a tu lado estoy yo, tan cerca que debería estar prohibido, concentrados en quien podemos y que seremos después de lo que ocurra. Porque ahora que estás tan dentro de mi corazón, estos escasos centímetros son todo un reto para llegar a tus labios.

Son las cinco de la tarde y nadie ha salido por la puerta de la cafetería. Hoy es uno de esos días impares donde antes te buscaba y hoy me has encontrado."


Publicado en 2015-03-27-10-14

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