Crecer
Mentiría si no digo que te extraño, porque la verdad es que desde que nos dejaste no hay día que no me acompañes ni noche que vengas a mi mente. La primera etapa de la vida, que compartimos pensando que sería infinita, disfrutando desde niño, rebelándome como adolescente y cuando llegué a ti etapa adulta fue cuando tú te marchaste. Era inevitable, fue el huracán de la naturaleza que de forma aleatoria va truncando los sueños, sin juzgar, sin emociones de por medio, lo que tantos años se ha cultivado, con mayor o menor cuidado, desaparece de lo físico para formar parte del cariño.
Ayer en la noche, intentaba imaginar cómo sería una charla de hoy, de lo que harías de tu vida y lo que verías en la mía. No sé si te orgullecerías de lo que soy o me enseñarías un cambio para ser mejor, pero si estoy convencido que el futuro que pinto son más lágrimas para empapar la almohada, que no tiene sentido pensar en lo imposible y renegando sigo imaginando.
Cuanto tiempo le pediría a la vida para seguir disfrutando y en reflejo cuanto tiempo me queda de consciencia para seguir regalando a mi heredero. La rueda de la vida va girando, creciendo con ella como personas, regalando amor y cariño, conocimientos y experiencias que tú me transmitiste y que ahora yo traspaso, aunque claramente éramos diferentes, el tiempo nos ha ido igualando.
Hoy estás letra son tuyas, como muchas de las que callo y se guardan en baúles de la mente, de todo lo que faltó por decir y hacer, serán escenas inventadas. De lo que me queda, llevo en los bolsillo miles de recuerdos, en la mente las fotos en sepia y en color, en el corazón además del dolor que intento disimular un amor que ya nunca florecerá. Así que miro al frente y espero ser, parte de lo que te imaginabas cuando me mirabas en mi infancia, porque ahora sólo puede ser lo que me enseñaste a crecer."
Publicado en 2015-03-04-14-10
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