Tierra húmeda
Entre los dedos, húmeda y grumosa, así está la tierra después de la tormenta. Hundiendo con fuerza los dedos, removiendo su propio aroma que llena los sentidos, recuerdos de la infancia, recuerdos de la paz interior donde el tiempo pierde el significado y simplemente esa real sensación te viste el alma. Las uñas negras, rasgadas del marrón de la tierra, la lluvia atrapada en cada gránulo, hace poco, dura como la piedra y ahora se filtra como harina.
Hueles la tierra, hueles la hierba, ese olor penetrante, ese olor que sólo la lluvia sabe dibujar, limpio del resto de los falsos olores, ahora exaltada con la propia lluvia. Empapados los dos, la tierra y yo, el dolor ya se ha ido, resbalando piel abajo, profundizando en la propia tierra. Muevo los dedos, dejando que caiga la tierra, no veo ninguno de los recuerdos, expiro e inhalo, siento la humedad entre mis dedos, siento la humedad en mis mejillas. Ahora que el dolor se ha ido, hay espacio para nuevos recuerdos.
Publicado en 2014-04-22-08-00
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