Esperando

La espera se hace eterna, aquí sentado, a solas con este vaso de agua, pendiente del tiempo, pendiente de cada persona que asoma la puerta, soy culpable de las ansias y consumido por los nervios, culpo al frio que siento en este local que hemos reclamado como nuestro.

Me hundo en la silla e intento encontrar un reflejo que me haga fuerte, que aleje de mi mente cualquier tipo de pensamiento, distraído en los quehaceres de los que van pasando, regreso de nuevo a la inquietante espera, entre el deseo y el tiempo que se va consumiendo.

Un sorbo al vaso me devuelve a la realidad, esta fría y produce un escalofrío, engaño a los nervios mientras repaso mentalmente una sencilla letanía para devolverme el control. Te vas a reír si algún día lees esto, pero así estoy, como tantas otras veces pasando por esa fragilidad que resulta tan adictiva. Atiendo a mis raíces, atiendo a mis pensamientos y me concentro jugueteando con el vaso.

Entra una o dos personas, ninguna de ellas es la que espero, ninguna de ellas puede calmar el momento y por contra, mueven mi cuerpo en muchos más pensamientos, en otras emociones que cortan lo que racionalmente reclamo como propio. Estúpido de mí que debería callar todas estas palabras, dejando espacio.

Sin quererlo, concentrado en todas estas tonterías, me doy cuenta que te has sentando a mi lado y ahora dónde reinaban los nervios, donde las ansias lo ocupaban todo, se encuentra una inmensa laguna de paz, de tranquilidad y todo lo que antes removía mi mente se ha convertido en un “hola” y un beso en los labios."


Publicado en 2010-02-26-11-01

Referencia: pivot/00287.php