Incauto

Se acerca como cada mañana, hoy es el primer día de la semana y con la esperanza de verla, alberga las ilusiones de poder dedicarle unas palabras. La semana pasada no estaba, dos compañeros cubrieron su turno. Para asegurarse, fue día tras día con la desilusión de no verla. Inquietante relación esta que estaba construyendo, entre lo imaginable y lo intangible en apenas cinco minutos de un breve contacto inexistente.

Hoy se acercó, la vio desde lejos, apenas había entrado ya estaba construyendo el diálogo en su mente. La saludaría. Ella seguramente, por disciplina haría lo mismo. ¿Quién era él para pensar que sobresalía entre el resto de gente? Aún con esperanza en los bolsillos se engañaba.

Le preguntaría como estaba y como es que no vino la semana pasada. Se detuvo. Esa no era una buena pregunta, parecía que estaba acechando en vez de haberla echado de menos, se podrían confundir las intenciones, honradas por su parte, pero dudosas ante la ignorancia de no saber lo que discurría por su mente. Entonces, ¿Cómo seguir? Tal vez con una sencilla pregunta del fin de semana.

De nuevo la razón gritaba en su mente. ¿Qué le importaba a él como le había ido el fin de semana? Sonaría muy curioso, demasiado interrogativo. Sin encontrar la fórmula adecuada, se detuvo a escasos metros de la entrada, viéndola por los cristales. Ella alzó la mirada y lo vio esperando a unos metros. El creyó ver una sonrisa en sus labios o era producto de su imaginación.

El baile había iniciado en su mente y la avalancha de imágenes y de historias se sucedía en tropel. Había una por cada posibilidad que imaginaba. Su mente no dejaba de explorar los acontecimientos que sucederían al otro lado de la puerta. Estaba jugando consigo mismo a una tortura sin futuro ni sentido.

Se armó de valor e intentó acercarse a la puerta disimulando la vergüenza de algunos diálogos que se reflejaban en su mente. Cruzó el umbral y esperó su turno. Una señora le dio el tiempo suficiente como para seguir inventando, viendo como se movía arriba y abajo, estaba siendo un ladrón de imágenes que luego atesoraría en su recuerdo. De esa forma incauta fue apresado cuando ella le preguntó que quería.

“A ti” se le escapó."


Publicado en 2010-02-23-11-01

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