Siseo en la noche
Ahí está de nuevo ese ruido. Algo se mueve en la habitación y no se que puede ser. Es la tercera vez que lo escucho en forma de siseo, un murmullo de viento en una habitación sin ventanas. Me perturba esta sensación de lo desconocido, transformándolo en un miedo irracional que a mi edad no tiene sentido. Bien oscura esta la noche y la última vez que miré el reloj para calmar mi angustia eran pasadas la una de la madrugada. ˇDe nuevo! ˇAhí está ese sonido!
Enciendo la luz y salto de la cama, con una mirada rápida escudriño la habitación. Siento que respiro más rápido, siento el frio suelo subiendo por mis desnudos pies. Sin moverme de la seguridad de la cama, busco al intruso que no veo. Intento calmarme. Pero mi mente me miente y me dice que está bajo la cama. Instintivamente alzo los pies. ˇComo he podido fallar en esa lógica! He puesto las únicas extremidades capaces de darme a la fuga en peligro a merced de las imágenes que corren por mi mente.
Escucho un rato. Miro. No hay nada. La luz lo asusta. La luz no me deja verlo. Tal vez si me hago el dormido, tal vez si hago ver que cierro los ojos y me sumerjo en las sábanas mientras observo en la oscuridad tal vez pueda verlo sin morir de miedo.
No tengo miedo me digo, soy un adulto responsable ante un ruido que seguramente será estructural. Pero no es monotono, ni metálico. No suena a madera ni a aluminio. Maldita mente que analiza los detalles, ya podría estar callada un buen rato. Me acurruco, me enredo en las sábanas, estoy en el centro de la habitación, echado en la cama a merced de mi imaginación, me digo.
Vuelvo a encender la luz, arrastro la cama contra la pared, sin dejar ningun hueco posible y me pego a ella, para ver la soledad de la estancia. Un armario que conozco, con el que trato a diario. Una mesita dónde reposa la melodía que me despierta cada mañana y en sus cajones parte de mi ropa interior. No hay absolutamete nada más en esta habitación que no sea yo.
¿Existiran los fantasmas? Joder! Para que estaré pensando en esto. En expectros, en zombies deboradores de miembros, en asesinos enmascarados con sierras mecánicas que se avalanzan sobre sus víctimas y ahora yo soy blanco certero acorralado contra la pared. Vuelve el siseo y mis ojos se abren al máximo, mis canales auditivos intentan averiguar la dirección. Ha sido breve pero sigo atento. Mi vida puede depender de este momento.
Enciendo la luz, agarro el despertador y la almohada, va a ser una larga noche de vigilia en lo irracional de mi mente."
Publicado en 2010-02-18-10-01
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