El castigo de una noche inolvidable

No puedo olvidarlo, es algo que me da vueltas en la cabeza, hace ya más de un año y sigue ahí clavado, en forma de tormento, en forma de castigo, lo que debería ser buenos momentos se han convertido en la culpabilidad más inmerecida. Dicen que el tiempo lo curará, dicen que debo explotar para poder sacarlo de mi interior, pero es demasiado personal, demasiado íntimo fue ese momento como para compartirlo con extraños o con quienes amo.

Así que muchas veces me encuentro en la misma cama, haciendo la misma guardia, escuchando su respiración, escuchando sus últimos momentos, hasta que dejó de respirar, hasta que se fue para siempre, nunca más volverá a ser más que una imagen en mi cabeza, unos sentimientos en lo más profundo de mi corazón.

Recuerdo que le fallé, recuerdo que no estuve ahí para transmitirle todo el cariño que necesitaba, todo el amor que tenía en mi interior, algo que encierro y que nunca podré expresarle. Recuerdo el dolor que sentí al ser el único a su lado, la fuerza que tuve que hacer para aguantar los siguientes momento que vinieron: impasible, contenido y frio. Un papel preparado y esperado, pero aun así, maldigo la respuesta que no pude dar y la forma en la cual mi inmadurez dejó paso a una máscara de impasibilidad.

Sigue a mi lado, cada vez que alzo la vista al cielo, lo veo en la forma de estrella que le hemos dicho a sus nietos, igualmente yo me lo creo, por que debo creérmelo de esa forma para seguir encerrando todo lo que tengo. Resulta duro, ahora que estas lágrimas resbalan, esconder de nuevo el sentimiento, seguir siendo esa roca que todos ven, con la esperanza de que algún día pueda llegar a sentir lo que ellos han sentido.

Mi castigo es encerrar todo esto que siento, en una noche que no dejo de recordar."


Publicado en 2010-01-28-14-56

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