Cerrando los ojos

Cierro los ojos y contemplo el recuerdo, retengo las lágrimas que en tropel llaman al sentimiento. Es una situación silenciosamente cotidiana, demasiado descontrolada para no racionalizarla. Unas lágrimas encerradas por la ira y la desesperación, fruto de una coraza de inmenso grosor. Es una sensación convulsa en todo el cuerpo, retenido en un momento de este presente repetitivo, sin muestra aparente de lo que está pasando, invisible al tráfico humano. Escondido y al mismo tiempo expuesto, controlando los pensamientos, no debo recordad, no debo pensar, algo que el presente ha lanzado por completo en un momento de debilidad.

Abro los ojos, intentando recomponer la calma, nada ha pasado, todo queda en un estado emocional que no me abandona, una muesca más en la oxidada armadura. Respiro profundo, intento manipular la mente, buscando un recuerdo capaz de sacarme de este pozo, un momento de alegría que ahora el corazón me niega, consciente que somos dos opuestos que luchamos en este momento, por algo intangible y complemente perdido.

Tengo demasiadas cajas encerradas en mi ser, no encuentro forma de desprenderme de ella y con el tiempo van consumiendo la vida que aparento. Demasiados recuerdos silenciados, demasiados momentos imposibles y ahora reclamados, no dejan de envenenar esa sangre que a toda velocidad niega uno a uno mis sentidos.

Todas estas lágrimas, que nunca verán la luz, componen la vida que he perdido."


Publicado en 2010-01-13-15-49

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