Escalera de caracol

¿Cuántas veces uno tiene la ocasión de tropezarse con una escalera de caracol? Un sin fin de escalones hacia la superación, dónde cada uno de los pasos suena a quedarse congelado en el mismo espacio, sin saber que el camino escalado es ya pasado y conociendo que lo que viene a continuación continua justo en el mismo sitio dónde ahora te encuentras suspendido.

Así rezan los escalones en sonoro golpe con los pasos. Así son los pensamientos que se aglutinan condensados dando vueltas en intrigante espiral, desde un centro vago y poco conciso, encerrados en ese enjambre de alambres de seguridad.

Tienes una fuerte columna a tu lado y un escalón tembloroso te sujeta en el suspiro que te empujan a pasar al siguiente, sientes como esa vida va cambiando por momentos y con impaciencia esperas descubrir el misterio que encierra ese experimento, tentador, sugestivo, inquietante, como niño de ocho años en recinto ferial, descubriendo la escalera de caracol que te encierra, te aprisiona, te respalda, con un miedo visceral sintiendo la inseguridad de la novedad.

Disfrutando de mi propia escalera de caracol, dando vueltas a los recuerdos en un sin fin de mareos."


Publicado en 2009-12-29-13-43

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