En mitad de la calle
Tremendo sol que hace hoy, mi sombra apenas es un punto minúsculo bajo mis pies. Es un sol de esos que cae peso sobre la piel, sin permiso pero con todo el derecho me envuelve en un tierno calor del cual soy plenamente receptivo. Resulta una grata sensación disfrutarlo, aquí inmóvil, en mitad de la calle.
Camino muy despacio, quiero que cada uno de sus impactos despierte mis sentidos. Acelero un poco y los veo seguirme apresurados, mi piel los extraña y se lamenta, pero el sol brilla y soy testigo de ello. Apenas se escuchan ruido en la calle, un peatón extrañado me mira como loco que me precio y sigue su carrera arrimado a la pared. Necio de él que se esconde del dios sol. El calor me incita a pensar, emanan de mi diferentes recuerdos, creando una sonrisa en mis labios por haber podido vivir y disfrutar, que hermoso día que me está contagiando de su energía.
Ya no se cuantas calles llevo ya, pero me siento ardiendo, no importa si me ciega por un rato, sigo caminando y disfrutando, en mitad de la calle donde todos parecen haberme dejado un hueco en sus quehaceres diarios. Soy el único capaz de disfrutar de este baño de sol y siento pena por quien me ve, incapaz de transformar su interior en una copa adictiva de alegría, con lo hermoso que está el cielo.
Los miro corretear a mí alrededor, protegidos bajo sus paraguas, intentando no mojarse, acelerando su paso para salir del camino y buscar un pronto refugio. En medio de esa lluvia estoy yo y mi sol en lo alto del cielo, ignorando lo que me rodea para crear este momento, como el día en que el sol brilló sólo para mí."
Publicado en 2009-10-12-07-00
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