Regreso de Palma

Acabo de regresar de Palma de Mallorca, dos días alejado de mi bebé y de mi mujer. Los he añorado a ambos. Dos días de intensas reuniones, trabajo y una mala cama para dormir, no me acostumbro a los hoteles, a sus colchones, a sus almohadas ¿ cuanto me cobrarán por embalar la mía ?Aprovechando que la Treo viaja conmigo, le he sacado un par de fotos a lo que me rodeaba.

Esta primera foto es de casa del cliente, el hospital Son Llatzer uno de los hospitales más modernos de Palma de Mallorca, pero con el inconveniente que está en el quinto pino, perdido entre campos sin muestras de vida a su alrededor (aunque suene a chiste fácil). Pero como nuestro único medio son los Taxi (para alegría de ellos) se hace notar en las dietas de los viajes. Además, lo malo de no tener nada alrededor es que siempre tienes que comer en el mismo sitio y por mucho que salgas a estirar las piernas siempre ves el mismo prado, el mismo campo, la misma tierra. Nada que ver con el otro proyecto dónde estábamos en pleno centro de la ciudad y siempre podías ir al super, a ver tiendas, variar los sitios dónde comer.

Después de acabar la jornada de trabajo y de regreso al hotel, uno espera encontrar la paz entre esas cuatro paredes que te acogen, pero lo único que encuentra es más trabajo, algunos documentos por terminar, mails por enviar, repasar la reunión de mañana (que por cierto, nos la han metido doblada) y preparar el camino para dónde narices estoy y a dónde narices he de ir, por eso el mapa de la derecha. Hay que agradecer a los hoteles que regalen dichos mapas para orientarse por la ciudad, aunque ya no lo voy a necesitar, por que hoy mismo voy a cargar en mi Palm el callejero de Palma.

Por fin, por fin llega el día del regreso y nada más bonito para festejarlo que tomar una foto por lo que veo en mi ventanilla, antes de quedarme dormido en mi asiento. A cuarenta minutos de mi hogar, cuarenta minutos de sueño y de turbulencias.


Publicado en 2005-11-04-21-54

Referencia: pivot/00110.php