Pay It Forward

Ya es de todos conocido que estas fechas son las más entrañables del año, la que generan más sentimientos, económicamente hablando. En estos días de lágrima fácil, de cientos de miles de perdones por agravios o rencillas del pasado, en una época dónde amamos al prójimo en cualquiera de sus sentidos (viciosillos!) y sobretodo estamos dispuestos a decírselos. Afortunadamente, si no encontramos los medios, telefónica nos lo pone fácil.Llevan varios días en antena, los nuevos anuncios de Telefónica, que para tocarnos la vena sensible (ya nos tocan otras cosas durante el resto del año) no invitan a que compartamos esta alegría interna con todo aquél desconocido. Por eso en telefónica nos instan a acércanos a los demás y desearles unas felices fiestas.

Para ello nos propone el típico mensaje en pirámide que tanto conoce el Partido Popular. «Qué pasaría si además de enviar tus felicitaciones a tus seres más queridos, también se las mandases a un desconocido y si ese desconocido a su vez se lo mandase a otros desconocidos que a su vez se lo mandases a otros desconocidos.». El mensaje es bonito, el problema es que todos vimos como acabó Haley Joel Osment  después de inventarse la idea.

Pero claro, en el caso de la película los favores era innatos de los protagonistas, sin intermediarios de plataformas de telecomunicación que se lucren con la bondad de dos personas. Mientras que telefónica, vuelve a utilizar a sus clientes y a los de las demás compañías para vendernos su falso corazón empresarial. Una bondad a 0,10 céntimos de euro íntegros para telefónica. Tu envías el sms al desconocido, tú te alegras por haber hecho un bien, el desconocido se alegra por que alguien ha pensado en él y todos nos alegraríamos más con esta campaña de telefónica si los sms que escribiéramos fuesen gratuitos.

Es más, si iniciamos una cadena, es posible que además de telefónica luego se apunte Repsol y de carburante gratis a todos sus clientes y luego se apunte una gran cadena de grandes superficies y ofrezca un día de puertas abiertas y nos deje llevarnos de forma gratuita lo que necesitemos de sus estanterías. Todo eso si que sería maravilloso y una auténtica cadena de favores.

Publicado en 2004-12-23-23-53

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