Con ocho basta.

Qué bonita es la navidad, toda llena de sentimientos, de emociones, de regalos, de sorpresa. Pero aún son más bonitas y se aprecian más cuando de repente te dan una grata sorpresa que hace que lo anterior se exponencía "hasta el infinito y más allá" (gracias Buzz LightYear). Este año vamos a ser uno más en la familia, en la real familia.

Parecía ayer cuando nos daban la noticia de su tercer hijo y hoy nos anuncia la llegada del cuarto.  El gran acontecimiento del 2005 y éste aún no ha llegado. Los abuelos están contentos, los padres felices, los hermanos ni se lo creen ni sabe nada y el pueblo adicto a la prensa del corazón está roto en lágrimas de alegría.

La Generealitat de Catalunya ya está preparando su carnet de familia numerosa, pues a este paso va a ver más pretendientes al trono que mentiras en el Gobierno del PP. Todo resulta fácil y sencillo, cuando tu máxima preocupación se puede resolver mediante unas lineas de protocolo.

Aunque es posible que haya algo oculto en todo esto, ¿ recibirán mayor remuneración por la cantidad de hijos ? ¿ será un competición como las que nos tienen acostumbrados en Palma o en Vaqueira ? ¿ cuantos participantes de las crónicas marcianas nos depara el futuro ? Por que al final, sólo puede quedar uno. Lágrimas de felicidad en la península, llantos desconsolados en Mónaco. Más vástagos para repoblar el país, más boca que alimentar por el país.


Publicado en 2004-12-09-20-53

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