El otro SPAM

Estamos acostumbrados a llamar SPAM a todo aquél correo electrónico que nos llega sin solicitarlo, vulnerando nuestra intimidad y robándonos un tiempo que podemos estar utilizando para hacer cosas más interesantes. No obstante nos tragamos la otra publicidad, esa publicidad legal que paga impuesto y que igualmente nos roba el tiempo y nuestra intimidad.

Antecedentes: Mi santa esposa, cada final de mes, suele comprar las típicas revistas de mujeres, esas que la mantienen a la última moda con los últimos cotilleos y tendencias. Yo como chico aplicado sólo miro los dibujitos (fotos) y algún que otro artículo morboso, para que negarlo: hay que conocer al enemigo para combatirlo y si va en ropa interior, mucho mejor ;) Para los más frikis, algo así como el sargento Tom Highway en Heartbreak Ridge.

Dichas revistas son un claro ejemplo de estafa en SPAM, ya que para su adquisición tenemos que pagar una especie de impuesto revolucionario para encontrarmos con interesantísimos artículos de belleza, ropa, acné y como dejarlo sutilmente mientras le engañas con otra. Es un precio simbólico, pero en realidad es un precio camuflado.

En dichas revistas se encuentra una gran cantidad de publicidad no deseada, psicológicamente siempre en la página derecha, no obstante en las revistas bajo artículos supuestamente científicos y de carácter de investigación (¿I+D?) nos encontramos productos de marcas reconocidas que además de facilitarnos sus cualidades y precios nos camuflan como publicidad.

Después de un tiempo tragando con todo esto y a raíz de un artículo anterior del SPAM, me he dedicado a contar la cantidad de publicidad DIRECTA que hay en cada una de esas revistas (sí, estaba aburrido). Se entiende con publicidad DIRECTA toda aquella que se encuentra en la revista ocupando una página entera, ya que contar la individual o subliminal implicaría mucho más tiempo y odio que no vale la pena malgastar, ya que con la publicidad DIRECTA se puede establecer una clara relación de ESTAFA.

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^[1]Revista masculina Haciendo cálculos morbosos, este mes nos hemos gastado unos: 13.3 Euros en estar a la moda, de ese total hemos regalado 3.66 Euros a la publicidad, a eso que tantas veces hemos criticado pero que de buen gusto pagamos. Vale la pena seguir quejándonos de ese correo electrónico que nos llega involuntariamente cuando somos conscientes que estamos pagando dinero físico por algo que tampoco queremos ni necesitamos ?

Publicado en 2004-10-24-13-23

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