O rei da plancha II: La plancha contraataca.

Las segundas partes nunca han sido buenas. Por mucho que nos las quieran vender con lazo y papel celofán, repetir siempre comporta un empacho y no precisamente de alegría. Si las cosas son buenas, ¿ por qué no dejamos esa grata sensación dentro de nuestro cuerpo y nos volcamos de nuevo a volver a intentarlo ? pues egoístas de nosotros queremos repetir lo que no tiene que volver a pasar.

El fin de semana ha vuelto y con él la traumática rutina de "amo de casa". Llevo toda la semana esperando que llegue el final de la misma y el viernes deseando congelar el tiempo para no tener que poner lavadoras. La verdad sea dicho, poner una lavador no cuesta un pedo, ni la secadora que encima de ella está deseando ropa húmeda. Doblar la ropa seca, es sencillo, más bien una cuestión de hábitos, pero luego cuando llega el momento de guardar la ropa en los cajones uno se da cuenta que queda un gran montón que no ha podido doblarse por tener que plancharse. Un montón inmenso!

Gaby viene el lunes tardes, ¿ Creéis que sería injusto dejarle la ropa para que la planchara ? Si tanto me a extrañado, si tanto ha deseado volver a estar juntos, porque entre nosotros existe muchos lazos de unión, digo yo que entre la plancha y ella también existirán tiernos lazos de las horas que han pasado juntas, entre vapor, sudor y alguna que otra arruga. Tampoco tendría que plancharla el mismo lunes, podría hacerlo el martes.

Ok, vamos a coger el toro por los cuernos o mejor las camisas por el cuello y vamos a evitar todos esos comentarios de: "sucio machista asqueroso" que están pasando por la mente de quién esté leyendo estas lineas. Ya plancho yo... JODER!! Total, en una semana que tanto he podido ensuciar, cinco camisas y alguna que otra pieza de Gaby que quedaba por planchar de antes de que se fuera. Si pude la semana pasada, esta no voy a ser menos. No, mi madre aun no se ha recuperado del todo para poder venir a planchar.

Hay un detalle que me preocupó la semana anterior y esta semana he vuelto a constatar, se ha repito al más puro estilo twilight zone. La plancha produce vapores, el vapor provoca calor, por eso mi outfit para planchar ha sido minimizado a los shorts (no hay fotos, sorry), si hay que quemar calorías, mejor hacerlo sin que la ropa se te enganche al cuerpo. Pero cuidado, la falta de ropa no impide al cuerpo sudar y eliminar esas toxinas molestas para el organismo. Pero uno cuando suda expulsa la gotas de agua por ciertas partes del cuerpo públicamente acordadas, no por otros lados en los cuales se creía protegido, al menos pudorosamente protegido.

Digamos que he descubierto cierta parte de mi cuerpo, que reacciona de una forma anómala a la actividad de planchar, segregando sudor en exceso. Analizándolo friamente (húmedamente) es lógico, pues siendo la única parte de mi cuerpo que está protegida, su calor se incrementa en mayor medida, por eso, si debería estar sudando por las axilas como el resto del mundo, sintiendo como cae la gota por detrás de la espalda como siento cada mañana en el gym, ¿ por que narices en la plancha me suda esa parte de mi agraciada anatomía ? ¿ será un caso para el National Geographic ? A lo mejor no es que yo sea rarito y tal vez a muchos de los que planchan sienten el mismo efecto y "se la suda".

P.D.: Ayer viendo "Sex & The City", aprendí un nuevo término para mis partes sudorosas: Bolsita de Té, un juego nuevo ;)


Publicado en 2004-10-10-15-16

Referencia: pivot/00029.php