Sobre el enfrentamiento directo e indirecto.

La regla ordinaria para el uso del ejrcito es que el mando del ejrcito reciba rdenes de las autoridades civiles y despus rene y concentra a las tropas, acuartelndolas juntas. Nada es ms difcil que la lucha armada.

Luchar con otros cara a cara para conseguir ventajas es lo ms arduo del mundo.

La dificultad de la lucha armada es hacer cercanas las distancias largas y convertir los problemas en ventajas.

Mientras que das la apariencia de estar muy lejos, empiezas tu camino y llegas antes que el enemigo.

Por lo tanto, haces que su ruta sea larga, atrayndole con la esperanza de ganar. Cuando emprendes la marcha despus que los otros y llegas antes que ellos, conoces la estrategia de hacer que las distancias sean cercanas.

Srvete de una unidad especial para engañar al enemigo atrayndole a una falsa persecucin, hacindole creer que el grueso de tus fuerzas est muy lejos; entonces, lanzas una fuerza de ataque sorpresa que llega antes, aunque emprendi el camino despus.

Por consiguiente, la lucha armada puede ser provechosa y puede ser peligrosa.

Para el experto es provechosa, para el inexperto peligrosa.

Movilizar a todo el ejrcito para el combate en aras de obtener alguna ventaja tomara mucho tiempo, pero combatir por una ventaja con un ejrcito incompleto tendra como resultado una falta de recursos.

Si te movilizas rpidamente y sin parar da y noche, recorriendo el doble de la distancia habitual, y si luchas por obtener alguna ventaja a miles de kilmetros, tus jefes militares sern hechos prisioneros. Los soldados que sean fuertes llegarn all primero, los ms cansados llegarn despus - como regla general, slo lo conseguir uno de cada diez.

Cuando la ruta es larga las tropas se cansan; si han gastado su fuerza en la movilizacin, llegan agotadas mientras que sus adversarios estn frescos; as pues, es seguro que sern atacadas.

Combatir por una ventaja a cincuenta kilmetros de distancia frustrar los planes del mando, y, como regla general, slo la mitad de los soldados lo harn.

Si se combate por obtener una ventaja a treinta kilmetros de distancia, slo dos de cada tres soldados los recorrern.

As pues, un ejrcito perece si no est equipado, si no tiene provisiones o si no tiene dinero.

Estas tres cosas son necesarias: no puedes combatir para ganar con un ejrcito no equipado, o sin provisiones, lo que el dinero facilita.

Por tanto, si ignoras los planes de tus rivales, no puedes hacer alianzas precisas.

A menos que conozcas las montañas y los bosques, los desfiladeros y los pasos, y la condicin de los pantanos, no puedes maniobrar con una fuerza armada. A menos que utilices guas locales, no puedes aprovecharte de las ventajas del terreno.

Slo cuando conoces cada detalle de la condicin del terreno puedes maniobrar y guerrear.

Por consiguiente, una fuerza militar se usa segn la estrategia prevista, se moviliza mediante la esperanza de recompensa, y se adapta mediante la divisin y la combinacin.

Una fuerza militar se establece mediante la estrategia en el sentido de que distraes al enemigo para que no pueda conocer cul es tu situacin real y no pueda imponer su supremaca. Se moviliza mediante la esperanza de recompensa, en el sentido de que entra en accin cuando ve la posibilidad de obtener una ventaja. Dividir y volver a hacer combinaciones de tropas se hace para confundir al adversario y observar cmo reacciona frente a ti; de esta manera puedes adaptarte para obtener la victoria.

Por eso, cuando una fuerza militar se mueve con rapidez es como el viento; cuando va lentamente es como el bosque; es voraz como el fuego e inmvil como las montañas.

Es rpida como el viento en el sentido que llega sin avisar y desaparece como el relmpago. Es como un bosque porque tiene un orden. Es voraz como el fuego que devasta una planicie sin dejar tras s ni una brizna de hierba. Es inmvil como una montaña cuando se acuartela.

Es tan difcil de conocer como la oscuridad; su movimiento es como un trueno que retumba.

Para ocupar un lugar, divide a tus tropas. Para expandir tu territorio, divide los beneficios.

La regla general de las operaciones militares es desproveer de alimentos al enemigo todo lo que se pueda. Sin embargo, en localidades donde la gente no tiene mucho, es necesario dividir a las tropas en grupos ms pequeños para que puedan tomar en diversas partes lo que necesitan, ya que slo as tendrn suficiente.

En cuanto a dividir el botn, significa que es necesario repartirlo entre las tropas para guardar lo que ha sido ganado, no dejando que el enemigo lo recupere.

Acta despus de haber hecho una estimacin. Gana el que conoce primero la medida de lo que est lejos y lo que est cerca: sta es la regla general de la lucha armada.

El primero que hace el movimiento es el "invitado", el ltimo es el "anfitrin". El "invitado" lo tiene difcil, el "anfitrin lo tiene fcil". Cerca y lejos significan desplazamiento: el cansancio, el hambre y el fro surgen del desplazamiento.

Un antiguo libro que trata de asuntos militares dice: "Las palabras no son escuchadas, par eso se hacen los smbolos y los tambores. Las banderas y los estandartes se hacen a causa de la ausencia de visibilidad." Smbolos, tambores, banderas y estandartes se utilizan para concentrar y unificar los odos y los ojos de los soldados. Una vez que estn unificados, el valiente no puede actuar solo, ni el tmido puede retirarse solo: sta es la regla general del empleo de un grupo.

Unificar los odos y los ojos de los soldados significa hacer que miren y escuchen al unsono de manera que no caigan en la confusin y el desorden. La señales se utilizan para indicar direcciones e impedir que los individuos vayan a donde se les antoje.

As pues, en batallas nocturnas, utiliza fuegos y tambores, y en batallas diurnas srvete de banderas y estandartes, para manipular los odos y los ojos de los soldados.

Utiliza muchas señales para confundir las percepciones del enemigo y hacerle temer tu temible poder militar.

De esta forma, haces desaparecer la energa de sus ejrcitos y desmoralizas a sus generales.

En primer lugar, has de ser capaz de mantenerte firme en tu propio corazn; slo entonces puedes desmoralizar a los generales enemigos. Por esto, la tradicin afirma que los habitantes de otros tiempos tenan la firmeza para desmoralizar, y la antigua ley de los que conducan carros de combate deca que cuando la mente original es firme, la energa fresca es victoriosa.

De este modo, la energa de la mañana est llena de ardor, la del medioda decae y la energa de la noche se retira; en consecuencia, los expertos en el manejo de las armas prefieren la energa entusiasta, atacan la decadente y la que se bate en retirada. Son ellos los que dominan la energa.

Cualquier dbil en el mundo se dispone a combatir en un minuto si se siente animado, pero cuando se trata realmente de tomar las armas y de entrar en batalla, es posedo por la energa; cuando esta energa se desvanece, se detendr, estar asustado y se arrepentir de haber comenzado. La razn por la que esa clase de ejrcitos miran por encima del hombro a enemigos fuertes, lo mismo que miran a las doncellas vrgenes, es porque se estn aprovechando de su agresividad, estimulada por cualquier causa.

Utilizar el orden para enfrentarse al desorden, utilizar la calma para enfrentarse con los que se agitan, esto es dominar el corazn.

A menos que tu corazn est totalmente abierto y tu mente en orden, no puedes esperar ser capaz de adaptarte a responder sin lmites, a manejar los acontecimientos de manera infalible, a enfrentarte a dificultades graves e inesperadas sin turbarte, dirigiendo cada cosa sin confusin.

Dominar la fuerza es esperar a los que vienen de lejos, aguardar con toda comodidad a los que se han fatigado, y con el estmago saciado a los hambrientos.

Esto es lo que se quiere decir cuando se habla de atraer a otros hacia donde ests, al tiempo que evitas ser inducido a ir hacia donde estn ellos.

Evitar la confrontacin contra formaciones de combate bien ordenadas y no atacar grandes batallones constituye el dominio de la adaptacin.

Por tanto, la regla general de las operaciones militares es no enfrentarse a una gran montaña ni oponerse al enemigo de espaldas a sta.

Esto significa que si los adversarios estn en un terreno elevado, no debes atacarles cuesta arriba, y que cuando efectan una carga cuesta abajo, no debes hacerles frente.

No persigas a los enemigos cuando finjan una retirada, ni ataques tropas expertas.

Si los adversarios huyen de repente antes de agotar su energa, seguramente hay emboscadas esperndote para atacar a tus tropas; en este caso, debes retener a tus oficiales para que no se lancen en su persecucin.

No consumas la comida de sus soldados.

Si el enemigo abandona de repente sus provisiones, stas han de ser probadas antes de ser comidas, por si estn envenenadas.

No detengas a ningn ejrcito que est en camino a su pas.

Bajo estas circunstancias, un adversario luchar hasta la muerte. Hay que dejarle una salida a un ejrcito rodeado.

Mustrales una manera de salvar la vida para que no estn dispuestos a luchar hasta la muerte, y as podrs aprovecharte para atacarles.

No presiones a un enemigo desesperado.

Un animal agotado seguir luchando, pues esa es la ley de la naturaleza.

Estas son las leyes de las operaciones militares.